viernes, 4 de mayo de 2012

MI CONFRONTACIÓN CON LA DOCENCIA.


El presente documento relata mis memorias sobre el inicio en la docencia y mis reflexiones sobre cómo ha sido mi confrontación con la docencia.
Mi ingreso a la docencia se dio cuando era estudiante de ingeniería en el Instituto Tecnológico de Lázaro Cárdenas. Recibí la invitación de incorporarme al CECyTEM para impartir matemáticas de parte de un maestro que me dio clases de la materia.
El inicio de mi actividad solo me provoco un poco de ansiedad ya que estaba acostumbrado a dar clases a mis compañeros de escuela, pues se me facilito entender las matemáticas sin tanto esfuerzo o angustia. Aunado a eso los grupos eran muy pequeños por lo que era más fácil estar en contacto directo con cada uno de los jóvenes con los cuales me identifique, ya que era un estudiante dando clases. Ahora que lo reflexiono así proseguí pensando durante muchos años sin darme cuenta de ello.
Aunque mi acercamiento con la docencia se dio de manera natural, he de reconocer que cuando egrese se creó un conflicto personal entre el ejercer mi profesión como ingeniero lo cual era lo socialmente aceptable y el de continuar en la docencia. Finalmente decidí mantenerme en la escuela con el deseo de poder corresponder la oportunidad otorgada y asumiendo el compromiso de educar.
Durante estos años he tenido la satisfacción de haber visto a mis mejores alumnos sobresalir en concursos locales, estatales y nacionales; de ver como los jóvenes se han incorporado en el sector educativo, productivo y en la sociedad; de convivir todavía con jóvenes que han egresado: de tener el reconocimiento de mis exalumnos los cuales me reconocen y saludan todavía; de ver realizarse como profesionistas a jóvenes que otros maestros hubieran truncado sus aspiraciones bajo el pretexto de la calidad; y, de ver incorporarse al subsistema a laborar a egresados.
De igual manera tengo la insatisfacción de ver truncada la educación de jóvenes sobresalientes por falta de apoyos, de ver como se pagan facturas políticas a personas ajenas a la educación; y, de ver desempleados a mi exalumnos quienes concluyeron de manera satisfactoria su carrera.
He tenido la fortuna de haber laborado en otros subsistemas como en el CONALEP y en el ITLAC institución de la cual egrese y cada experiencia ha sido distinta pues te exiges de distinta forma. También he trabajado en áreas administrativas y comisiones sindicales dentro de la escuela y del subsistema, lo que ha ampliado mi visión sobre el quehacer docente.
El ser profesor ha sido una profesión que ha remunerado en lo que más me gusta: enseñar y aprender. De hecho ahora creo que procurare ser un estudiante de humanidad  pretendiendo ser “maestro de humanidad” enfocado a ayudar a los alumnos a comprenderse a si mismos y a entender el mundo que los rodea.
Soy ingeniero electromecánico y tengo el grado de maestría en calidad total. Actualmente estudio la especialización en competencias docentes que imparte la UPN, lo que me ha permitido cambiar mi paradigma del maestro que únicamente debe estar enfocado al pensar haciendo a un lado el sentir, pues del “pensar y sentir y hacer pensar y sentir” provienen los factores motivacionales dinámicos necesarios para el interactuar entre maestro y alumno en el proceso de enseñanza aprendizaje.
Aunque he sido docente por 18 años, reconozco a la luz de las lecturas los aciertos y errores, los sentimientos de autoconmiseración y de motivación; pues nadie nos enseña a ser maestros y tenemos que aprenderlo por ensayo y error. Considero que la renovación pedagógica debe ser de manera permanente para darnos la oportunidad de sentirnos libres y vivos.
En relación a la afirmación “el docente desarrolla su práctica a partir de ciertos principios y preocupaciones, explicitar su propuesta constituye una manera de develar el pensamiento, conocimientos y lógica implícitos en ella”. Creo que como maestros ahora tenemos la oportunidad de reflexionar y estructurar nuestro trabajo con base a las experiencias que definieron nuestro actuar docente de manera consciente e inconsciente.
Mis primeras experiencias con la educación marcaron el camino de me llevaría a ser lo que soy. Me gustaba tanto ir a la escuela que todavía sigo en ella. Creo que tuve la fortuna de desarrollar mis estudios en un entorno que favorecía el aprendizaje en la escuela, aprendí de los maestros que enseñaban (primaria y secundaria) y aprendí de manera independiente de los maestros que enseñaban poco pero sabían exigir (preparatoria y tecnológico). Mi relación con mis compañeros de clase fue cambiando en la medida que nosotros lo hacíamos física y psicológicamente. El contexto cultural en que me desarrolle fue cambiante debido a que cambiaba de escuela una o dos veces por año por razones de trabajo de mi padre, hasta que llegue a la ciudad donde actualmente vivo donde convergen ideas culturales de todo el país sin que prevalezca alguna. En el aspecto económico siempre fue difícil pero no una limitante que evitara ir a la escuela, de hecho trabaje desde que estaba en secundaria para poder pagar mi escuela y ahora me pagan por seguir aprendiendo.
Creo que he tratado de influir en la vida de los jóvenes a partir de mis experiencias significativas pasadas tomando como modelos a maestros a quienes no he dejado de admirar. Estoy consciente que sigo aprendiendo y construyendo ahora a partir de mis experiencias diarias como maestro. De manera especial recuerdo con mucho cariño a mis maestros de matemáticas Jesús Torres González y Justo Cabrera Rico. Al Ing. Raúl Méndez Ruiz quien fue mi más grande maestro en la vida, quien me dejo como legado la gran pasión que tenía por la educación y los jóvenes. A los Doctores José Eduardo Pérez Narbona y Federico González Santoyo quienes me enseñaron a trabajar conflictuando mis modelos mentales. Aunque debemos seguir buscando para construir nuestra propia identidad.
La tecnología debe ser usada como un instrumento para acercarnos al conocimiento, no para agrandar las diferencias sociales. Para ello se requieren maestros motivados que si marcan diferencia en la vida de los alumnos, como quienes nos sirvieron de inspiración para seguir su modelo.
Como aporte al cómo hacemos nuestro trabajo docente, es importante considerar el uso de estos espacios tecnológicos que nos conduzcan a rescatar las preguntas originales que dieron origen al conocimiento. Crear la inquietud, descubrir el valor del conocimiento, recrear la curiosidad y reforzar el nuevo aprendizaje.

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